LA CIUDAD DEL FUTURO
EL PROYECTO FINAL
La ciudad del futuro. Un tema que fascina y que lleva a relacionar nuestras tecnologÃas actuales con la ambición de mejorar el nivel de vida y resolver los problemas actuales.
Esta ciudad seguramente se parecerá a lo que podemos ver en las diferentes pelÃculas de ciencia-ficción. Una ciudad iluminada, conectada y muy inteligente.
En el mundo podemos encontrar varios ejemplos que ilustran esta ciudad del futuro. En Shanghái, Tokio, Dubái, Singapur o MedellÃn, una ciudad hispana de Colombia, que intenta cada vez más convertirse en lo que hoy llamamos una ciudad inteligente un poco como en las pelÃculas de ciencia-ficción.
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INTRO
Una ciudad inteligente puede sonar a ciencia ficción, pero se está convirtiendo rápidamente en una realidad en nuestro mundo moderno. Hacer que nuestras ciudades sean más inteligentes consiste en darles voz. Se trata de desarrollar e implantar sistemas basados en Internet que permitan a nuestras ciudades comunicarse con nosotros del mismo modo que ya lo hacen las aplicaciones de estilo de vida de nuestros teléfonos inteligentes y tabletas.
El cambio tecnológico que se avecina permitirá a nuestras ciudades incorporarse a la Internet de las cosas, dotándolas de nuevas capacidades de optimización que harán que las ciudades sean más inteligentes, más seguras, más eficientes energéticamente y, en definitiva, un mejor lugar para vivir.
UNA CIUDAD DE CIENCIA FICCIÃ’N
Durante más de un siglo, el cine de ciencia ficción nos ha presentado representaciones de nuestras ciudades futuras. Algunas han sido luminosas, brillantes y positivas, mientras que otras han sido oscuras, sucias y ásperas. Mientras esperamos un siglo XXI lleno de megaciudades masivas y de extraordinaria innovación tecnológica, debemos preguntarnos cómo influyen nuestras visiones de ciencia ficción en las ciudades que construimos, y qué podemos aprender de algunos de estos textos de ficción premonitorios.
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ROBOTS
Los robots son un subconjunto de "estructuras inteligentes", construcciones de ingenierÃa que pueden "pensar" y adaptarse al entorno. Los robots pueden trabajar incluso en entornos poco propicios para el ser humano (por ejemplo, zonas con altos niveles de radiación nuclear). Los robots inteligentes encontrarán una amplia gama de aplicaciones en las industrias de defensa y nuclear, asà como en otras aplicaciones cientÃficas, tecnológicas y comerciales. La robótica es, por tanto, un campo de investigación de importancia estratégica. La pregunta es: ¿hasta qué punto pueden llegar a ser inteligentes los robots? La respuesta es que quizá no exista un lÃmite superior fácilmente concebible. De hecho, hay un fuerte sector de opinión que opina que, en el propio siglo actual, los robots superarán a los humanos en prácticamente todos los aspectos de la capacidad mental y fÃsica, y que luego seguirán evolucionando a un ritmo rápido, con o sin nuestra ayuda. La opinión de los expertos está dividida cuando miramos demasiado lejos en el futuro. Algunos cientÃficos piensan que no hay mucho que podamos hacer para controlar o evitar la inevitable y rápida evolución de la inteligencia de las máquinas.
UNA CIUDAD CONECTADA
La tecnologÃa de las ciudades inteligentes tiene que ver con la conectividad. En la actualidad, hay cientos, si no miles, de productos que pueden ser etiquetados como piezas que componen la gran Internet de las Cosas ("IOT"). Los ejemplos más sencillos de dispositivos IOT pueden encontrarse en muchos de nuestros propios hogares.
Ahora mismo tenemos sistemas basados en Internet, como los termostatos inteligentes, que no sólo transmiten información sobre la temperatura de nuestra casa a nuestro smartphone u ordenador, sino que también nos permiten controlar a distancia los sistemas de calefacción y aire acondicionado de nuestro hogar mientras estamos fuera. Otro ejemplo de dispositivos IOT son las cámaras de vÃdeo que pueden controlarse y supervisarse en tiempo real a través de Internet como forma de seguridad mientras estamos de vacaciones o fuera de la ciudad en un viaje de negocios.
Estos dispositivos IOT y su conectividad nos otorgan un mayor control sobre nuestros hogares, permitiéndonos gestionar mejor nuestros esfuerzos de ahorro de energÃa mientras trabajamos para reducir las facturas de energÃa, proteger nuestros objetos de valor y realizar otras tareas de forma más eficaz que nunca.
La implantación de la tecnologÃa de las ciudades inteligentes está ocurriendo de la misma manera, pero aplicada a las ciudades en lugar de a los hogares individuales. Conectando a Internet las farolas, los semáforos, los coches de la calle, la red eléctrica, el suministro de agua e incluso nuestras propias vÃas de acceso no utilizadas, podemos controlar y supervisar mejor los recursos de una ciudad, garantizando que haya menos despilfarro y mayor eficiencia.
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NUEVAS OPORTUNIDADES PARA LOS PROPIETARIOS
Si bien el desarrollo de las ciudades inteligentes ha beneficiado a las nuevas empresas de este tipo y a grandes compañÃas tecnológicas como Cisco y Google, los propietarios también se han beneficiado de la expansión de servicios completamente nuevos de las ciudades inteligentes. En otras ciudades inteligentes, los monitores electrónicos de las farolas hacen un seguimiento del tiempo de aparcamiento en las calles de abajo y facturan directamente a los propietarios de los vehÃculos por su tiempo de estacionamiento: ¡se acabaron las monedas y los parquÃmetros!
El diseño de las ciudades inteligentes depende en gran medida de la disponibilidad de ancho de banda de voz y datos en la zona, que es uno de los principales factores que limitan la adaptación de la tecnologÃa de las ciudades inteligentes.
LAS CIUDADES INTELIGENTES SON EL FUTURO
A medida que aumenten las velocidades de Internet y el ancho de banda, el desarrollo y la aplicación de las tecnologÃas de las ciudades inteligentes se generalizarán aún más.
El objetivo de las ciudades inteligentes es hacer nuestra vida más fácil, segura y divertida. Los sistemas basados en Internet que impulsan nuestras ciudades futuras ayudarán a mitigar la congestión, conservar la energÃa y proporcionarnos un fácil acceso a todo lo que nuestras ciudades pueden ofrecer.
Es probable que estos cambios descubran una gran cantidad de nuevas oportunidades para personas de todas las profesiones y condiciones, especialmente cuando nuestras ciudades dejen de ser el telón de fondo inanimado de nuestra vida cotidiana y se conviertan en ciudades inteligentes totalmente conectadas y optimizadas, que funcionen al igual que nuestros teléfonos inteligentes como un activo inestimable del que algún dÃa nos preguntaremos cómo hemos podido prescindir.
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